Aunque nunca lo he explicado en este blog, suelo hacer salidas nocturnas en bicicleta. El motivo no es que me haya entrado una afición repentina por la astronomía o la observación de aves rapaces nocturnas. Por semana salgo en bici a oscuras porque los únicos huecos que encuentro para rodar un rato en la bici, en mis apretadas agendas (laboral y personal) son antes de ir al trabajo (sobre las 7:00 am) o después de acostar a los enanos (sobre las 22:00 pm).
Por aportar más datos a la historia, el 99% de mis salidas nocturnas han recorrido rutas urbanas por A Coruña. Es decir, de salir al monte por la noche, poca cosa. De todas maneras, intentaré aportar un par de granitos de arena a un tema que creo es interesante, al que no le solemos dar mucha importancia y que, generalmente, no viene resuelto de serie por los fabricantes: la iluminación en la bici. Por cierto, mi Orbea Mungía sí que traía de serie el tema resuelto.
Phillips CDM-R 70W
Por aportar más datos a la historia, el 99% de mis salidas nocturnas han recorrido rutas urbanas por A Coruña. Es decir, de salir al monte por la noche, poca cosa. De todas maneras, intentaré aportar un par de granitos de arena a un tema que creo es interesante, al que no le solemos dar mucha importancia y que, generalmente, no viene resuelto de serie por los fabricantes: la iluminación en la bici. Por cierto, mi Orbea Mungía sí que traía de serie el tema resuelto.