Una vez más me toca dedicarle una ruta a un animal (lo se, tendría que dejar de hacerlo, pero es un vicio que no consigo sacarme de encima). Y aunque suelo intentar que el animal escogido sea típico de los sitios por los que pasa la ruta, en este caso el motivo de la elección no es sólo que las zonas que visitemos sean frecuentadas por jabalíes, es que si haces la ruta acompañado, seguro que será por jabalíes.
¡¡¿¿???!!¡¡¿Les estás llamando jabalíes a tus compañeros de ruta!!? Si. Y tengo motivos más que suficientes para hacerlo.
1. Arrúan. Y en la ruta que proponemos hoy lo hacen sobre todo en la pista de tierra que sube desde las orillas del río Lambre hasta Bemantes, 1,2 km con una pendiente media del 10,8% y repechos de más del 20%...
2. Les tira el monte. Y mucho, casi más que a las cabras. Y por eso se echan al monte a la mínima oportunidad que tienen.
3. Llevan los colmillos de fuera. Sobre todo cuando a algún simpático se le ocurre hacer comentarios sobre la (falta de) capacidad / resistencia / habilidad de otro jabalí. Y cuando un jabalí de estos saca su colmillo.. la manada sufre.
4. Se embarran hasta las orejas. Y no sólo eso, se rebozan en el barro, retozan en el barro, se sumergen en el barro. ¿Qué no? mira, mira...
5. Huelen mal. Perdón, huelen MUY MAL. Pero no es que no se laven, ES QUE TODOS LOS CICLISTAS OLEMOS MAL. Esto se debe a que la ropa de ciclista tiene un algo que consigue recoger la parte peor del sudor y mantener su olorcillo a rancio sin importar cuantas veces la laves. Lo peor del tema es que justo después de lavarla no huele tan mal, pero en cuanto le metes un par de kilómetros de calentamiento... el olor fuerte vuelve a aparecer. Y los remedios caseros NO funcionan. NINGUNO. Es algo con lo que tenemos que vivir.
¿Son o no son jabalíes?
La ruta de hoy es genial. Absolutamente genial. Y lo digo porque lo pienso y porque siempre que me acompaña algún jabalí que no la haya hecho con anterioridad, se pasa toda la ruta con "esa sonrisa" en su boca. Y lleva "esa sonrisa" a pesar del rompepiernas, a pesar de las rampas de más del 20%, a pesar del barro. ¿O debería decir gracias a todo eso? Y al terminar, la quiere repetir la semana siguiente. Y es que tiene playas, tiene ríos, tiene montes, tiene un molino de viento, tiene el famoso barco maceta, tiene el Camino de Santiago y tiene la mejor vista de la ría de Betanzos, Ares y Pontedeume. ¿Alguien da más?