NOTA de ofafian: ya se que este blog va de ciclismo, pero como dijo alguna vez el ciclista Ted King, "esto es un blog y yo soy el dictador de este blog". Hoy me apetece rescatar esta vieja explicación que tenía publicada en mi desaparecido blog de esquí, engorile.com. Y me apetece por dos motivos:
1. Desde que nació mi peque mayor (2007) no he vuelto a esquiar... ¡¡pero este año ya tengo reservado hotel para volver!!
2. Como ya he confesado alguna vez, a mi me gusta mucho más el esquí que el ciclismo, pero cuando vives en Coruña (a muuuuuuuuchos kilómetros de la nieve), es más práctico darle a la bici...
En este artículo voy a explicar los pasos necesarios para encerar y reparar las suelas de unos esquís (o en su defecto, de una tabla de snow).
1. Desde que nació mi peque mayor (2007) no he vuelto a esquiar... ¡¡pero este año ya tengo reservado hotel para volver!!
2. Como ya he confesado alguna vez, a mi me gusta mucho más el esquí que el ciclismo, pero cuando vives en Coruña (a muuuuuuuuchos kilómetros de la nieve), es más práctico darle a la bici...
En este artículo voy a explicar los pasos necesarios para encerar y reparar las suelas de unos esquís (o en su defecto, de una tabla de snow).
Material necesario
- Unos esquís (o un snowboard)
- Una plancha
- Repara suelas
- Cera de esquís
- Plástico resistente al calor
Permitidme que empiece el resumen de lo vivido en la I Ruta BTT Concello da Capela hablando de una romería que se celebra en ese bonito municipio del norte de A Coruña a principios de Agosto: La Romería de Nosa Señora das Neves (Nuestra Señora de las Nieves)
Y es que esa romería está dedicada a la Virgen de las Nieves, Virgen a la que los de la Peña Leboreira debieron ofrecer unos cuantos cientos de miles de velas para que les concediese el toque final perfecto a la bonita ruta que habían diseñado: nieve. Nieve justa para teñir de blanco el terreno pero no hacer que los caminos estuviesen impracticables. Y, además, una nevada. Una nevada importante y con algo de ventisca, para que los casi 200 sufridores nos llevásemos un recuerdo imborrable.
Y es que esa romería está dedicada a la Virgen de las Nieves, Virgen a la que los de la Peña Leboreira debieron ofrecer unos cuantos cientos de miles de velas para que les concediese el toque final perfecto a la bonita ruta que habían diseñado: nieve. Nieve justa para teñir de blanco el terreno pero no hacer que los caminos estuviesen impracticables. Y, además, una nevada. Una nevada importante y con algo de ventisca, para que los casi 200 sufridores nos llevásemos un recuerdo imborrable.