Escogiendo el cuadro

Una vez que se inicia el montaje de una bici que ha pedido un cliente en una tienda, se busca el cuadro adecuado. En este caso, un cuadro de Occam 29er en aluminio, negro, talla L.


Después se chequea que el cuadro no tenga ningún defecto, buscando fallos de pintura, acabado.... (esto se hace con todos los cuadros)

En ese momento, en el ERP de Orbea se asigna el código del cuadro al pedido y se imprime la lista de "componentes" de la bici para su montaje. En gris oscuro se marcan aquellos componentes que se escapan de lo estándar. Se ata el listado de componentes al cuadro con una brida.

Schumi (que como la moto no hace mucho ruido va simulando el sonido de su ferrari con la boca - o eso, o se va a echar un pedo de heptacampeonato)

foto de www.hazdenecaz.ro

Kjetil Andre Aamodt (aquí va de ciclista, pero fue uno de los mejores esquiadores de la historia)

Valentino Rossi (a este casi se le ve más con el 46, pero podría haber llevado el 1 muchas veces)

Hari Vatanen (este no llevó tantas veces el 1, y la foto es de Timo Salonen en el Monte Carlo del 86', pero para este ejemplo bien vale)

Hoy vamos a dejar el humor de lado porque el caso Armstrong no tiene ni pizca de gracia. Es absolutamente demoledor. Al leer la decisión razonada de la USADA se te cae el alma a los pies. Los más de 1.000 folios de documentación se resumen fácilmente así: Armstrong quería ganar a cualquier precio, estaba dispuesto a hacer todo tipo de trampas y coaccionar a otros para que hiciesen trampas con él. Muy mafioso el tema. Curiosamente, al igual que otro mafioso muy conocido, Al Capone, el tejano se cree en posición de poder dar lecciones a los demás. Vaya personaje.

Pero por suerte, su caso no va a dañar al Ciclismo, porque el Ciclismo, con mayúscula, no lo escriben los corredores profesionales, ni las Grandes Vueltas con etapas de montaña inhumanas, ni las clásicas de primavera. El Ciclismo, con mayúscula, lo escribimos todos los que nos montamos en una bici y disfrutamos de ella; ya sea porque nos lleva al trabajo, porque nos hace sufrir, porque nos ayuda a estar en forma, porque nos lleva por parajes impresionantes, porque nos permite echarnos unas risas con amigos, porque podemos pasar un rato agradable con nuestros peques o porque competimos. El Ciclismo, con mayúscula, lo escribimos todos los que nos disfrazamos de ciclista (o no) y nos echamos al monte o a la carretera siempre que podemos, aunque llueva, aunque nieve (mejor si nieva), aunque haga frío o aunque haga calor (bueno... yo el calor... en fin).


Y todos esos que disfrutamos de la bici, seguiremos haciéndolo, sin importarnos que Armstrong fuera un mafioso o Jesús Manzano un héroe. Sin importarnos que Contador se metiese picogramos o que el ciclismo profesional esté regido por una institución lamentable, que vela más por los intereses de sus dirigentes que por los de los deportistas. Seguiremos disfrutando porque el Ciclismo, ese que se escribe con mayúscula, es precioso.

Además, ese Ciclismo, por suerte, tiene asegurado su futuro. En este blog, la noticia que recibió visitas más rápidamente fue mi explicación de cómo llegó el clenbuterol al cuerpo de Contador, ya que la enlazaron desde un par de foros de... ¡fútbol! (y alguna página de ciclismo). Pero fue flor de un día, de vez en cuando cae algún curioso, pero casi no recibe visitas. El dopaje vende, pero no es duradero. En cambio, los dos artículos que más visitas reciben cada mes son: ¿Cómo llevar a mis hijos conmigo en la bici? y ¿Cómo enseñar a mis hijos a andar en bici?. El Ciclismo, el de la mayúscula, tiene futuro.

El próximo 4 de noviembre estaré participando en la I Ruta BTT Sendeiros de Fene. Y estaré allí a pesar de que me había retirado de las rutas organizadas.


Y me había retirado para siempre, pero tengo buenos motivos para no cumplir mi palabra y apuntarme a esta ruta:

• La ruta recorre una zona que me encanta y que suelo "transitar" mucho. Es terreno conocido.
• Puedo llegar a la salida en bici.
• Los del Club BTT Fene se lo han currado de lo lindo y han desbrozado caminos, hecho puentes, rehecho taludes... Así que teniendo en cuenta que me aprovecharé de su trabajo cuando haga rutas por esa zona, se merecen que me apunte al evento. Además, son bastante majos y me enseñaron algunos caminos interesantes una vez que me los encontré por el monte.
• A pesar de que estaba retirado, ya participé en la EDR 2012, con lo que podemos considerar que mi promesa de "no volver a participar en ninguna ruta organizada, nunca más" ya está incumplida.
• Estoy seguro de que podré acabar la ruta larga sin problema (50 kms y 1.300 metros de desnivel positivo acumulado).