Hoy vamos a dejar el humor de lado porque el caso Armstrong no tiene ni pizca de gracia. Es absolutamente demoledor. Al leer la decisión razonada de la USADA se te cae el alma a los pies. Los más de 1.000 folios de documentación se resumen fácilmente así: Armstrong quería ganar a cualquier precio, estaba dispuesto a hacer todo tipo de trampas y coaccionar a otros para que hiciesen trampas con él. Muy mafioso el tema. Curiosamente, al igual que otro mafioso muy conocido, Al Capone, el tejano se cree en posición de poder dar lecciones a los demás. Vaya personaje.
"... and the home of the brave!"
Pero por suerte, su caso no va a dañar al Ciclismo, porque el Ciclismo, con mayúscula, no lo escriben los corredores profesionales, ni las Grandes Vueltas con etapas de montaña inhumanas, ni las clásicas de primavera. El Ciclismo, con mayúscula, lo escribimos todos los que nos montamos en una bici y disfrutamos de ella; ya sea porque nos lleva al trabajo, porque nos hace sufrir, porque nos ayuda a estar en forma, porque nos lleva por parajes impresionantes, porque nos permite echarnos unas risas con amigos, porque podemos pasar un rato agradable con nuestros peques o porque competimos. El Ciclismo, con mayúscula, lo escribimos todos los que nos disfrazamos de ciclista (o no) y nos echamos al monte o a la carretera siempre que podemos, aunque llueva, aunque nieve (mejor si nieva), aunque haga frío o aunque haga calor (bueno... yo el calor... en fin).
sí, nevando - fotografía de fernando
Y todos esos que disfrutamos de la bici, seguiremos haciéndolo, sin importarnos que Armstrong fuera un mafioso o Jesús Manzano un héroe. Sin importarnos que Contador se metiese picogramos o que el ciclismo profesional esté regido por una institución lamentable, que vela más por los intereses de sus dirigentes que por los de los deportistas. Seguiremos disfrutando porque el Ciclismo, ese que se escribe con mayúscula, es precioso.
Además, ese Ciclismo, por suerte, tiene asegurado su futuro. En este blog, la noticia que recibió visitas más rápidamente fue mi explicación de cómo llegó el clenbuterol al cuerpo de Contador, ya que la enlazaron desde un par de foros de... ¡fútbol! (y alguna página de ciclismo). Pero fue flor de un día, de vez en cuando cae algún curioso, pero casi no recibe visitas. El dopaje vende, pero no es duradero. En cambio, los dos artículos que más visitas reciben cada mes son: ¿Cómo llevar a mis hijos conmigo en la bici? y ¿Cómo enseñar a mis hijos a andar en bici?. El Ciclismo, el de la mayúscula, tiene futuro.
este blog también tiene futuro