Con lo que me gusta a mi explorar zonas en bici, nunca creí que participando en una ruta organizada por una
zona en la que suelo hacer unos 700 km de monte al año, podría
descubrir muchos caminos que no conocía. Estaba equivocado, pues los componentes del
Club BTT Fene se lo han currado de lo lindo. Gracias a su trabajo de reabrir caminos "perdidos", buena parte de los kilómetros por los que hemos transitado han sido novedad para mi.
Enhorabuena por el trabajo.
Además, el recorrido les ha quedado precioso, muy de monte gallego, y la organización perfecta. Y lo que más me sorprende es que era la primera vez que organizaban esta ruta. Ya les gustaría a muchos clubs que organizan rutas hacerlo tan bien la primera vez. De nuevo, enhorabuena por el trabajo realizado. De 10. Lo de la empanada y las cervezas en la llegada no se pagan con dinero...
El único pero, no achacable a la organización, ha sido
el barro. Que conste que a mi me gusta el barro, pero no tanto, ni en las cuestas arriba. ¡Vaya barrizal! Y claro, por culpa del barro, de mi lamentable estado de forma permanente, y de la velocidad a la que empezaron
mis compañeros de ruta, me quemé al principio y, tras sufrir una buena pájara,
tuve que terminar la ruta tomando pequeños atajos. Y deshonré al
dorsal que me habían asignado, el #1.
sonriendo antes de catar el barro
abrazados y juntos, antes de que diesen la salida, después no tanto
Que conste que ninguno de mis compañeros de rutas terminó la opción larga: se confundieron en un desvío y siguieron un tramo de la opción corta. Lo mío no fueron confusiones, fueron atajos deliberados.