El bidón biodegradable poco después de caer en mis manos
Tras leer la definición de plástico biodegradable llegué a la conclusión de que el bidón debería desaparecer en menos de 6 meses, bajo el efecto de los "agentes degradantes" (la lluvia, el frío, el calor, el sol, el viento y las ciclogénesis explosivas). Y como no podía ser de otra manera, decidí dejarlo a la intemperie. No sin antes anunciarlo en twitter, obviamente (no pude dejar pasar la oportunidad de anunciar una cosa tan importante para el mundo)
El bidón biodegradable poco después de caer en el suelo
Sorprendentemente, al cabo de cuatro días parte de la pintura desapareció. Y eso resultó bastante... ¡sorprendente! (valga la redundancia). ¿Se descompondría el bidón delante de mis ojos?
El bidón con ganas de descomponerse
Pero pasado un mes el bidón seguía igual, con lo que empecé a dudar de la existencia de los bidones biodegradables. ¿Pero cómo desaparecen los que tiran los ciclistas profesionales a la cuneta? En ese momento lo vi claro: los recogen los aficionados. ¿Y cómo podía demostrarlo? Tirando un bidón no biodegradable a la cuneta para ver si desaparecía antes que el biodegradable.
Bidón no biodegradable en la cuneta, un mes después que el biodegradable
Y pasaron 4 meses, el invierno llegó y los bidones seguían exactamente igual... Eso sí, el campo estaba mucho más verde.
Y al cumplirse los 6 meses, ¿qué ocurrió? Pues que el biodegradable estaba casi como el primer día, ni el más mínimo síntoma de descomposición.
En cambio...
Conclusión: los bidones biodegradables son los padres.