Pues aquí te vamos a descubrir la manera correcta de ponerte el casco. Así:

Los agujeros son perfectos para ver por donde vas y si tienes algo cuidado al ponértelo, casi seguro que no te despeinas. Pero lo mejor de esta posición es que protege tu bien más preciado: tu cara bonita. En caso de accidente en tu cerebro sólo se vería afectada la zona que utilizas para realizar cálculos matemáticos y para comprender la lengua escrita. Como todavía usas los dedos para sumar y restar, y no entiendes del todo las tiras cómicas del periódico ni los artículos largos de la revista Bike, poco se pierde.

2. Modo 1048576

Eres lo que se conoce como un cerebrito. Cuando vas por la calle sumas los números de las matrículas de los coches agrupados de 2 en 2, calculas el valor absoluto de la diferencia de los dos números obtenidos y el resultado lo multiplicas por el el código ASCII de las letras de la matrícula codificadas iso-8859 para obtener la representación binaria de la distancia de ese número con la potencia de 2 más cercana. Gracias a esa afición, y a tu obsesión por intentar explicar lo divertida que resulta a todas las (pocas) mujeres que intentan hablar contigo, no te has comido un rosco en tu vida. Y eres feo. Pero lo tienes asumido.

Si te has sentido perfectamente representado por la explicación anterior, tu casco deberías de llevarlo siempre así:

En caso de accidente el casco protegerá esa parte del cerebro que necesitas para seguir haciendo el truco de las matrículas, aunque podría ser que tu cara quedase un poco peor y perdieses algo de capacidad psicomotriz. Por no hablar de los dientes, claro. Pero no hay problema, nunca has destacado mucho por tu coordinación o tu habilidad para los deportes y todo el mundo sabe que los frikis comen y beben por pajitas. Poco se pierde.

3. Modo León

Eres un tipo duro, pero de los de antes, una mezcla letal de Harry Callaham, John McClane y Rocco "Walter". A pesar de creer que el casco es para nenazas, los Reyes te han traído uno y tu mujer no te deja salir de casa si no lo llevas puesto. Si es así, esta es tu mejor opción:


Un verdadero tipo duro tiene que mirar a los otros ciclistas "por debajo del ala de su sombrero", y poniéndote el casco así conseguirás esa pose. De todos modos, si intentas descender a todo velocidad, lo más probable es que el casco salga volando en la primera bajada, por lo que tendrás excusa perfecta para ir despacio (que como vuelvas a casa sin el casco tu mujer te mata). En caso de accidente el problema lo va a tener el asfalto.

4. Modo ¡¡¡¡Uyyyyy!!

Cada vez que participas en una carrera sueles terminar en cuarta posición, salvo que haya premios para los 10 primeros, en cuyo caso terminas de undécimo. Te matriculaste en Teleco, se te dio bastante bien, pero no terminaste la carrera porque se te atrancaron dos asignaturas: Transmisión Digital y Teletráfico. Cada año, en el sorteo de la Quebrantahuesos, los números inmediatamente anterior y posterior al tuyo consiguen plaza. Tras hacer cola durante un par de horas para renovar el DNI, justo cuando te va a tocar el turno, ponen el cartel de "Vuelva Usted Mañana". Tu vida se puede resumir en un continuo devenir de "¡¡Uy!!"'s, "¡¡¡Ay!!!"'s y "¡¡¡Casi!!!"'s... Si es así, esta es la manera en la que te debes de poner el casco:

5. Modo 厄尔尼诺

Está claro que tú no eres un cutre, eres simplemente ahorrador. Tienes la mala suerte de que tu mujer siempre te llama para que salgas a toda prisa para casa, justo cuando te toca pagar tu ronda.... ¡Mira qué coincidencia! La última moneda que diste de propina fue 1 peseta con la cara de Franco, que encontraste en el maillot del BIC que te regalaron por tu primera comunión.

Pues que sepas que no es necesario que gastes el dinero en un casco. Puedes usar el que le regaló a tu hijo su padrino y que ya le queda pequeño:



O el de tu hija:



Bueno... casi mejor el de tu hija no.