No recordaba el dorsal que tenía (lo he tenido que mirar en una foto, sólo sabía que no era el #1), lo que recuerdo es la táctica que utilicé para llegar a tiempo a comer empanada, antes de que los rapidillos se la terminasen:
Atajar.
Y no estoy hablando de esos atajos de perdedor que ya os he contado otras veces (SDF 2014, SDF 2012), no. Esta vez hablo de atajar en serio. A saco. Sin piedad. Para que os hagáis una idea, estoy hablando de hacer 16,69 km de una ruta de 48,37 km, es decir, 31,68 km de atajo.
¿Y eso cómo se hace?
Bien fácil: te levantas temprano, para recoger el dorsal, te acercas al punto de partida, presentas tu DNI y te lo dan. Después vuelves a casa, a dormir un rato más, que las 8 de la mañana no es buena hora para salir en bici. Lo sabe todo el mundo. Y menos para meterte 48 km.